En una jugada que promete intensificar las tensiones en Medio Oriente, Hamás ha lanzado un desafío directo a la comunidad internacional, rechazando cualquier acuerdo de paz que no incluya un alto al fuego completo y la retirada total de las fuerzas israelíes del enclave palestino. «Sin un alto al fuego total, no aceptaremos ningún acuerdo», declaró con firmeza Taher Al-Nono, asesor de prensa del jefe del buró Político de Hamás, tras conocer la propuesta de tregua presentada este lunes por el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken.
Mientras Blinken se esfuerza por relanzar las estancadas negociaciones en Tel Aviv, Hamás acusa a Estados Unidos de estar del lado de Israel, enmascarando sus crímenes con falsas promesas de paz. “Las declaraciones de Blinken son parte del sesgo hacia la ocupación y encubren sus crímenes”, denunció Al-Nono, insistiendo en que fue Netanyahu quien rechazó previamente los acuerdos aceptados por Hamás.
Esta no es la primera vez que EE.UU. intenta mediar en la región. A pesar de los múltiples intentos anteriores, la falta de voluntad de Israel para ceder en puntos clave como el control de los corredores estratégicos de Filadelfia y Netzarin ha frustrado los esfuerzos diplomáticos. Ahora, con más de un centenar de rehenes aún en manos de Hamás en Gaza, Blinken ha advertido que esta podría ser la «última oportunidad» para alcanzar un acuerdo.
Con Netanyahu enviando a su equipo negociador de regreso a El Cairo, las preguntas abundan: ¿cederá Israel ante las demandas de Hamás, o se enfrentará la región a una nueva escalada de violencia?