En una maniobra que promete sacudir los cimientos del Poder Judicial de la Federación (PJF), más de mil 600 jueces y magistrados se preparan para un paro pacífico a partir del primer minuto del 21 de agosto. La Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito (JUFED), liderada por la juez Juana Fuentes Velázquez, lanzó la convocatoria para que todos sus integrantes, afiliados y no agremiados, decidan si apoyan esta medida drástica contra la polémica reforma judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Este paro, que paralizaría todas las labores jurisdiccionales excepto las urgentes, es una respuesta directa al rechazo de los juzgadores hacia una reforma que consideran una amenaza a la independencia judicial. La JUFED ya ha calificado los foros realizados por la Cámara de Diputados como una «simulación» de consulta parlamentaria, acusando falta de transparencia y manipulación en el proceso.
«Si se aprueba el paro, la justicia en México se detendrá el 21 de agosto», advirtió la juez Fuentes Velázquez. «El presidente no puede seguir ignorando la voz del Poder Judicial».
Los resultados de la votación serán anunciados el mismo día, y si el paro es aprobado, podría prolongarse hasta que se cumplan las demandas del gremio. Mientras tanto, el país entero se pregunta: ¿Estamos ante una crisis sin precedentes en la historia judicial de México?