La Cámara de Diputados ha puesto en marcha el proceso de credencialización para los legisladores que conformarán la LXVI legislatura, un evento que, aunque rutinario, llega en un clima de alta tensión política y desafíos internos en San Lázaro.
A partir del 21 de agosto, los diputados electos comenzarán a desfilar por el Palacio Legislativo de San Lázaro para obtener sus credenciales, un documento que no solo servirá como identificación, sino que será su pase directo para participar en la sesión constitutiva del próximo 29 de agosto. Sin embargo, el proceso no está exento de polémica, ya que el orden de credencialización ha levantado sospechas y murmullos entre algunos sectores que temen que esto sea una jugada política para asegurar posiciones dentro del Congreso.
Morena, el partido dominante, tiene asignados los primeros días, mientras que otros partidos, como el PRI y el PAN, deberán esperar su turno. Esto ha generado especulaciones sobre posibles maniobras para influir en la constitución de la Cámara. ¿Será este un movimiento estratégico para consolidar el poder?
La credencialización también está marcada por un ambiente de tensión, con los partidos más pequeños y los diputados independientes que esperan no ser relegados en un Congreso que promete ser un campo de batalla político en los próximos meses.