VIENA.- Las autoridades austríacas anunciaron el arresto de una tercera persona relacionada con un plan para atentar contra los conciertos de Taylor Swift en Viena, que fueron cancelados debido a la amenaza. Mientras tanto, los fans de Swift se reunieron en las calles para intercambiar brazaletes de amistad, a pesar de la decepción por la cancelación.
El principal sospechoso, un joven de 19 años, planeaba atacar a los asistentes al concierto en las inmediaciones del estadio Ernst Happel, utilizando cuchillos o explosivos caseros. Se esperaba la presencia de hasta 30.000 personas fuera del estadio y 65.000 dentro durante las noches del jueves y viernes. El objetivo del sospechoso era causar el mayor número de víctimas posible, según informaron las autoridades.
Este individuo fue detenido el martes, junto con un joven de 17 años. Ambos son ciudadanos austriacos. El tercer sospechoso, un joven iraquí de 18 años, fue arrestado el jueves por la noche, según informó el ministro del Interior en una conferencia de prensa el viernes. Un adolescente de 15 años también fue interrogado, pero no fue arrestado. Los nombres de los involucrados no fueron revelados debido a las leyes de privacidad de Austria.
A pesar de la cancelación en Viena, Taylor Swift continúa con su gira y se presentará en el estadio Wembley de Londres para cinco conciertos entre el 15 y 20 de agosto, cerrando la etapa europea de su «Eras Tour».
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, expresó que, aunque comprende la decisión tomada en Viena, los conciertos en Londres seguirán según lo planeado.
Las autoridades indicaron que el complot parecía estar inspirado por el grupo extremista Estado Islámico y Al Qaeda. Tanto el principal sospechoso como el joven de 18 años arrestado recientemente, habían realizado un juramento de lealtad al Estado Islámico.
Durante las investigaciones, se encontraron materiales para la fabricación de bombas en la casa del principal sospechoso, así como propaganda de Estado Islámico y Al Qaeda en la residencia del joven de 17 años. Este último, que se ha negado a cooperar con las autoridades, había sido contratado recientemente por una empresa que prestaba servicios en el lugar de los conciertos.