Daca, Bangladesh.- La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, renunció y abandonó el país el lunes después de semanas de protestas contra un sistema de cuotas en los empleos públicos que derivaron en violencia y se transformaron en un desafío general a sus 15 años de gobierno. Miles de manifestantes asaltaron su residencia oficial al día siguiente de que casi 100 personas murieran en las protestas.
La salida de Sheikh Hasina amenaza con crear más inestabilidad en Bangladesh, un país en la frontera con India que ya enfrentaba crisis como el alto desempleo, la corrupción y el cambio climático.
Horas después de que los medios locales mostraran a la líder subiendo a un helicóptero militar con su hermana, el jefe del ejército de Bangladesh, el general Waker-uz-Zaman, anunció que planeaba pedir consejo al presidente para formar un gobierno provisional.
Las protestas, que comenzaron pacíficamente con estudiantes frustrados que pedían el fin de un sistema de cuotas para empleos públicos, evolucionaron hacia un desafío sin precedentes contra Hasina y su partido, Liga Awami. Sheikh Hasina llegó el lunes a una ciudad en India, en la frontera con Bangladesh, en un helicóptero militar, según un funcionario militar que habló bajo condición de anonimato. No estaba claro a dónde iría después.
Tras su partida, la gente invadió su residencia y se llevó muebles y alimentos.
Las protestas continuaron incluso después de que la Corte Suprema dictaminara el mes pasado que el sistema de cuotas, que reservaba el 30% de los empleos públicos a familiares de veteranos de la guerra de independencia del país contra Pakistán, debía reducirse drásticamente. Los esfuerzos del gobierno por reprimir las protestas han dejado casi 300 muertos desde mediados de julio.
Al menos 11,000 personas han sido detenidas en las últimas semanas. Los disturbios también provocaron el cierre de escuelas y universidades en todo el país, y en un momento dado las autoridades impusieron un toque de queda con órdenes de disparar a los infractores.